¿Qué hacemos?
Reconocemos la movilidad como una de las necesidades fundamentales de las comunidades, importante para el desarrollo de sus actividades y como canal de flujo estratégico de bienes y servicios. Por esto, creemos en la movilidad como eje transversal en la articulación de los ámbitos social, económico y ambiental, especialmente en zonas rurales con falencias en infraestructura y necesidades básicas insatisfechas.
Hemos identificado que en estas zonas, el agua (ríos, mares, lagunas) representa las carreteras y espacios de actividad económica donde se llevan a cabo actividades de transporte de pasajeros, bienes, productos y servicios, siendo en muchos casos, la única vía de generación de conexiones y cercanías.
Sin embargo, el medio acuático no ha sido un canal efectivo y el uso de formas de movilidad tradicionales implica, entre otras cosas, precios elevados de combustible, impactos negativos para el medio natural y la generación de escenarios económicos y sociales de gran complejidad para las comunidades. La transición a fuentes de energía renovables es una excelente solución, pero es especialmente difícil de alcanzar en zonas desconectadas donde la carencia de servicios básicos (agua, energía), baja cobertura en educación y salud, hacen que estas áreas, sean propensas a la explotación desmedida de recursos y restringen, simultáneamente, la posibilidad de incluir la sostenibilidad en su vida cotidiana.
Creemos que las necesidades pueden convertirse en oportunidades y queremos impulsar una transformación hacia un consumo energético eficiente en áreas protegidas, independiente de los combustibles fósiles, capaz de mejorar las condiciones de vida de estas comunidades. A partir de este principio y mediante la evaluación de las necesidades especificas de cada área, diseñamos de manera conjunta estrategias de movilidad eléctrica en ecosistemas acuáticos y acompañamos los procesos de manejo de los sistemas naturales, monitoreo y vigilancia así como soluciones que involucren los componentes social, económico y ambiental. De esta forma, buscamos convertir estos lugares en áreas productivas, con comunidades que prosperan y ecosistemas conservados. Empleamos así, la movilidad como herramienta para catalizar dicha transición.
Electromovilidad para
Nuestra historia
Este camino comenzó como una travesía en el Río Cuyabeno para probar la tecnología de motores fuera de borda eléctricos de la compañía Torqeedo en América Latina, un escenario diferente al Europeo. Sin embargo, rápidamente se convirtió en un sueño: transformar la movilidad acuática en zonas rurales hacia tecnología con fuentes de energías renovables, mejorando las condiciones de vida, preservando el medio natural y proporcionando alternativas productivas sostenibles para las comunidades.
En el 2015, el Prof. Gordon Wilmsmeier, miembro de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (CEPAL) se embarcó en un recorrido de 4 días durante el cual, él y su equipo navegaron las aguas de los ríos Putumayo y Cuyabeno en una embarcación propulsada por tres motores fuera de borda eléctricos (Torqeedo Cruise 10.0). Recorrieron 175 km dando a conocer la tecnología a las comunidades y comprobando la eficiencia de la tecnología en ríos caudalosos. Los resultados de esta travesía, la reacción de las comunidades y desempeño de los motores es relatado por Francisco Schuler en el documental “Tres Fronteras” (Salamandra Cine).
Simultáneamente, en 2017 la Fundación Kara Solar emprendió una travesía de 18.000 km para transportar el primer barco solar de la Amazonía (Ecuador) desde Sucumbíos al norte, hasta el territorio de la comunidad indígena Achuar, al sur. Kara Solar, es el nombre de una embarcación autónoma energéticamente, diseñada con la comunidad y que usa el sol como fuente de energía. Adicionalmente, es una embarcación gobernada colectivamente y durante más de 2 años ha fortalecido la conexión entre las comunidades Achuar.
El Prof. Wilmsmeier conoció también esta iniciativa y con el deseo de expandir estas ideas en los países cercanos, se trasladó a Colombia. En el 2018, apoyado por iNNpulsa y el BMBF, dio inicio al proyecto iNNoPiangua “cadenas de valor sostenible en la pesca artesanal”. Este proyecto, ejecutado por la Universidad de los Andes en el territorio del Consejo Comunitario Esfuerzo Pescador (Iscuandé, Nariño) busca que las comunidades se acoplen a nuevas tecnologías de movilidad en el desarrollo de sus actividades productivas y alcancen la consolidación de cadenas de valor y comercialización de sus productos en el mercado local e internacional.
Durante este tiempo se han recorrido territorios de comunidades étnicas, Parques Nacionales Naturales, asociaciones de pescadores y de turismo así como instituciones educativas. La aspiración es replicar estos esfuerzos en múltiples regiones de Colombia y el mundo, dando especial importancia el escenario cultural y natural, así como a las necesidades energéticas. El propósito es expandir estas iniciativas y acompañar una transición tecnológica, energética y productiva que sea sostenible económica, social y ambientalmente.